

Riscanvi en el sistema penitenciario catalán
El Departamento de Justicia ha publicado un resumen estadístico y detallado del segundo semestre de 2024 sobre la aplicación del Riscanvi en prisiones catalanas.
Mariam Bataller
Desde 2009, la Dirección General de Asuntos Penitenciarios de Cataluña implementa el protocolo de evaluación RisCanvi como herramienta universal de valoración del riesgo y de las necesidades criminológicas de las personas internas. El sistema complementa su metodología con escalas reconocidas como la PCL, SVR-20, HCR-20 y SARA, siguiendo un enfoque estructurado y basado en evidencia, aplicado a través de cinco criterios de predicción:
- Violencia autodirigida
- Violencia intrainstitucional
- Reincidencia general
- Reincidencia violenta
- Quebrantamiento de condena
RisCanvi permite tanto el análisis individualizado como poblacional, generando un mapa dinámico del riesgo institucional y criminógeno en los centros penitenciarios catalanes.
RisCanvi se enmarca dentro del paradigma de la criminología actuarial y responde a la necesidad de basar la intervención penitenciaria en criterios objetivos, estructurados y replicables. Su diseño sigue la lógica del modelo RNR (Riesgo-Necesidad-Responsividad), muy extendido en países con sistemas penitenciarios avanzados, como Canadá, Reino Unido y Países Bajos.
En el segundo semestre de 2024, de una población penitenciaria total de 8.488 personas, 6.805 fueron evaluadas en el periodo correspondiente (81%). De estas: 1.069 con escala RC-S (Screening) y 5.736 con escala RC-C (Completa)
Dentro de estas evaluaciones, el 69% de las escalas RC-S indicaron riesgo bajo en todos los criterios. Solo el 12% de las RC-C obtuvieron la misma clasificación. Globalmente, un 23% de la población evaluada muestra un perfil de riesgo bajo en todos los criterios de predicción.
Análisis detallado por criterios de riesgo
Criterio | Riesgo alto (%) | Riesgo medio (%) | Riesgo bajo (%) |
Violencia intrainstitucional | 17% | 14% | 25% |
Reincidencia general | 12% | 12% | 32% |
Reincidencia violenta | 15% | 17% | 25% |
Quebrantamiento de condena | 14% | 21% | 21% |
La elevada proporción de internos con niveles de riesgo medio o alto apunta a una población penitenciaria altamente vulnerable y criminógena, que requiere intervenciones significativas. Este dato desmiente ideas de una prisión “blanda” y evidencia una gestión orientada a la prevención de riesgos reales y múltiples.
No obstante, los datos revelan una distribución preocupante de riesgo medio y alto, especialmente en violencia intrainstitucional y reincidencia violenta, lo que exige medidas preventivas dentro del centro y preparación cuidadosa para la reinserción. Los criterios presentan un patrón de riesgo acumulado que, si no se aborda desde una lógica intensiva e individualizada, puede cristalizar en trayectorias criminales crónicas.
Principales factores de riesgo (FR) según RisCanvi identificados
Los ítems de riesgo más destacados en la población penitenciaria catalana incluyen:
- FR1 – Delito base violento: presente en el 47% de los internos (con picos del 66% en Quatre Camins y 65% en Lledoners).
- FR7 – Historia de violencia previa: 38% de la población.
- FR9 – Incremento de la gravedad/delincuencia: 51% de media.
- FR12 – Expedientes disciplinarios: presentes en el 48% de los casos.
- FR19 – Problemas de ocupación: media del 30%, llegando al 64% en el CP Joves.
- FR20 – Falta de recursos económicos: media del 22%, hasta 58% en el CP Joves.
- FR21 – Ausencia de planes de futuro: 19% de media.
- FR30 – Consumo de drogas: 27% de media, pero 54% en el CP Joves.
- FR34 – Respuesta limitada al tratamiento psicológico/psiquiátrico: media del 30%.
- FR33 – Parafilia: diferencias relevantes en CO Tarragona (19%) y COB2 (21%).
- FR35 – Trastorno de personalidad (ira/impulsividad): media del 10%, hasta 25% en Mas d’Enric.
- FR36 – Afrontamiento deficiente del estrés: media del 24%.
- FR37 – Autolesiones: presentes en el 21% de los casos.
- FR40 – Temeridad: 14% de media, pero hasta 41% en Lledoners.
- FR41 – Impulsividad e inestabilidad emocional: media del 20%.
La presencia de factores de riesgo múltiples y acumulados confirma una población con perfil criminógeno complejo, donde confluyen elementos estructurales (desempleo, pobreza), personales (trastornos psiquiátricos), y delictivos (historia de violencia, reincidencia). El diseño de políticas debe evitar la aplicación homogénea de programas y apostar por la estratificación del riesgo.
Diferencias significativas entre centros penitenciarios
El análisis revela variaciones significativas en la distribución de los factores de riesgo según el tipo de centro (cerrado, preventivo, abierto, jóvenes):
- CP Joves: alta prevalencia de FR como el consumo de drogas, falta de planes de futuro, problemas de ocupación y autolesiones.
- CP Brians 1: destaca por baja presencia de conflictos y expediente disciplinarios (como centro de preventivos).
- Centros abiertos: menor presencia general de factores de riesgo (excepto en CO Tarragona y COB2, donde destacan reincidencias concretas).
El informe valida la idea de una criminalidad institucionalmente diferenciada, donde el tipo de delito, el perfil psicológico y las condiciones sociales se distribuyen según el tipo de centro. Este fenómeno apoya la modularización del tratamiento y la necesidad de dispositivos especializados (p.ej., para jóvenes, reincidentes, agresores sexuales o trastornos graves).
El informe permite extraer líneas de actuación estratégicas en materia de intervención penitenciaria desde una perspectiva criminológica: Por ejemplo, fomentar la prevención secundaria: focalización en internos con múltiples FR acumulados (drogas, respuesta limitada al tratamiento, sin apoyo familiar). Además, desarrollar programas específicos: atención diferenciada a jóvenes y reincidentes con carencias estructurales (educación, ocupación). También introducir terapias intensivas dirigidas a centros con alta prevalencia de trastornos de personalidad y autolesiones. Apostar por la Justicia restaurativa y promoverla en centros con bajo nivel de conflictos, pero alta presencia de reincidencia. Y, finalmente, una revisión de protocolos: adaptar la valoración RisCanvi en función del perfil institucional (cerrado, abierto, preventivo, etc.).
La evidencia estadística exige que las políticas penitenciarias se ajusten a un enfoque basado en evidencia, no en discursos punitivistas sin fundamento empírico. Por esto es fundamental continuar en el futuro con una revisión periódica del instrumento RisCanvi para su ajuste a nuevas realidades criminológicas y sociales. Continuar incorporando la formación especializada del personal penitenciario en interpretación de los factores de riesgo y su integración en los programas individualizados de tratamiento, y finalmente realizar una evaluación longitudinal del impacto del uso de RisCanvi en la reincidencia real (post-libertad).
Estas propuestas buscan fortalecer el enfoque rehabilitador del sistema penitenciario catalán, optimizando la evaluación y gestión del riesgo y adaptando las intervenciones a las necesidades individuales de los internos para reducir la reincidencia y facilitar su reintegración social.
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